Llega desde Estados Unidos la variante más extrema del SUV del óvalo, dotado con la última tecnología para el off road y un motor de 334 CV. Top Motor viajó a Jujuy para manejarlo.
Tras su avant premier durante el verano en Pinamar, y el posterior período preventa, el nuevo Bronco V6 arriba oficialmente a la red de concesionarios. La sexta generación del modelo que retoma el ADN del icónico precursor de los SUV está desarrollado sobre la estructura base de la pick up Ranger – chasis con largueros y travesaños- con refuerzos específicos que le permiten afrontar las dificultades más extremas. Comparado con el Bronco Sport, tiene un motor más potente y, además de la mencionada estructura reforzada, cuenta con tecnología de punta para el off-road, como el paquete Sasquatch con tracción 4×4 desconectable inteligente con 4 modos de manejo y doble bloqueo de diferencial.
Estéticamente se lo ve robusto, ancho, con aperturas de aire retro, luces LED (circulares al mejor estilo Bronco de antaño), parrilla rectangular, guardabarros sobresalientes, estribos de hierro, puertas sin marco desmontables (al igual que el techo), llantas de 17”, y el neumático de repuesto colgado en el portón trasero. El baúl puede albergar hasta 504 litros. Puertas adentro, los materiales y terminaciones son de calidad, con abundante cuero ecológico, apliques metálicos, un instrumental digital de 8”, pantalla multimedia táctil de 12”, conectividad Android Auto y Apple CarPlay, navegador nativo, entre otros.
En materia de seguridad, viene con controles de tracción y estabilidad, seis airbags, ganchos ISOFIX, asistente de arranque en pendientes, asistente de pre-colisión, frenado autónomo, sistema de mantenimiento de carril, control crucero adaptativo, y demás asistencias a la conducción.
Lo más destacado para los amantes de estos vehículos es el motor. El nuevo Bronco Wildtrack viene con un Ecoboost V6 2.7 bi-turbo de 334 CV y 562 Nm de torque, asociado a una transmisión automática de diez velocidades.
Impresiones al volante – por Pablo Epifanio:
El llamado “diseño inteligente” del que Ford hace alarde consta de puertas sin marco que se pueden desmontar al igual que el techo, para transformarlo en cuestión de minutos –mediante un kit de herramientas- y dejarlo listo para disfrutar al aire libre en esa incursión fuera de camino.
En medio de los encantadores paisajes de la Quebrada de Humahuaca, accedimos a una de las unidades disponibles. La primera sensación es que en todo momento está sobrado y resulta imposible no dejarse abrazar por la confianza. Es que, entre los componentes de alta resistencia, especialmente afinados y calibrados para afrontar las mayores exigencias, el elevado despeje, las parrillas de suspensión delanteras de aluminio y los mayores recorridos de suspensión (con amortiguadores Fox), todo lo que se interponga parece un chiste.
El empuje del motor es notable y el torque que genera a 3.100 rpm le otorga la contundencia ideal para las maniobras más jugadas. Siempre está listo para brindar un poco más y parece no tener límites, y lo mejor de todo es que lo hace a pleno confort porque estar a bordo mientras se circula fuera de la ruta es permanecer aislado de todas las contingencias provocadas por rocas, quebradas, ripio o los huellones más complicados.
El recorrido de la suspensión es tan amplio que copia sin problemas el más accidentado terreno. Quien sí hace notar su rugido es el V6. En el pavimento, la rodadura se hace sentir, pero no tanto como otros de su especie, y cuando toma velocidad afloran algunos rumores eólicos, algo típico del tipo de vehículo con piezas desmontables.
El 4×4 más extremo de Ford, considerado un ícono global de la aventura, integra la dinastía extrema de la automotriz, a la altura de lo que Mustang representa en materia de deportividad. Es tan legendario que se convirtió en marca independiente dentro de la propia marca, prueba de ello es que apenas tiene un solo logo del óvalo (arrinconado en el portón trasero), con un simple y contundente Bronco le basta y punto.
Su rival directo en estas tierras es el Jeep Wrangler. El Ford Bronco Wildtrack se comercializa a un precio de 150 millones de pesos.