La marca del moño te aconseja cómo aprovechar al máximo el espacio en el compartimiento de carga o baúl, y cómo organizar correctamente el equipaje, tanto en modelos sedán, “hatch” o del tipo SUV.
El baúl es un espacio muy valorado por los consumidores, ya que es parámetro a la hora de elegir su auto ideal. Por ejemplo, un “hatch” o SUV, ofrecen versatilidad con los asientos traseros plegables. En cambio, los sedanes tienen un compartimiento de carga aislado con proporciones generosas.
La relación entre altura, ancho y profundidad de un espacio de carga o de baúl, determina si el espacio es apto para acomodar valijas, un cochecito o hasta una bicicleta. A la hora de organizar, lo ideal es colocar las cargas más pesadas en la base y distribuirlas sobre el eje de las ruedas traseras, para tener así una mejor dinámica, evitando que se eleve la parte delantera, y por ende, sus ópticas. Si las cargas son de densidad similar, es preferible acomodar primero aquellas con mayor volumen y luego colocar objetos más pequeños. El peso total no puede exceder el máximo recomendado por el fabricante.
La medición estándar se realiza virtualmente y luego hay una validación física; el volumen de carga implica distribuir de forma óptima bloques de un litro (unidad de medida) de capacidad, y su disposición no puede interferir con el cierre del portón de un baúl (versiones sedanes) o el cobertor móvil (versiones “Hatch” o modelos SUV). La métrica que se utiliza es su capacidad volumétrica, utilizando el método VDA.
En el baúl, algunos modelos de Chevrolet, ofrecen ganchos para colgar bolsas, altura del piso ajustable y porta herramientas, características que facilitan el día a día del usuario. Entre otros accesorios se destacan la bolsa organizadora, red portaobjetos y la alfombra impermeable.
