Te traemos la vigésima edición de “¿Sabías que?”, nuestro especial dedicado a los inventos de la industria automotriz, esos que marcaron un antes y después en la evolución de los autos.
Con ustedes, el último: las baterías.
Otro componente importante del sistema operativo de los autos es su batería. En los automóviles impulsados a nafta o diésel, el acumulador le proporciona energía eléctrica, no solo para el motor de arranque, sino también para mantener el motor del auto encendido y para alimentar el sistema que se encarga del resto de los componentes eléctricos.
Un poco de historia
La invención de la batería nos remota a 250 AC. En 1936, durante una expedición en Irak, fueron descubiertas vasijas de barro que datan de este periodo y contenían cilindros de cobre junto con una barra de hierro corroído. La corrosión de la varilla llevo a los investigadores a la conclusión de que los frascos eran una forma de tecnología de batería, que se utilizaba para la producción de joyería y orfebrería.
Sin embargo, la que es considerada batería moderna se le atribuye al italiano Alessandro Volta, quien el 20 de marzo de 1800 comunica su invento de la pila a la Royal Society. En ese entonces, la industria aún estaba en crecimiento y el uso de baterías se limitaba a algunos desarrollos muy aislados. Tres años después, Johann Wilhelm Ritter construye su primer acumulador eléctrico. Para 1836, John Frederic Daniell inventa su pila Daniell, tomando como base la pila de Volta, pero con la mejora que evitaba la acumulación de hidrógeno. Años más tarde, en 1844, William Robert Grove inventa la pila homónima, la cual por ser más evolucionada y con mayor capacidad, se emplea en las redes telegráficas de Estados Unidos en 1860.
En aquel año, el físico francés, Gastón Planté construye el primer modelo de batería de plomo y ácido, sin embargo, al principio no fue muy aceptada, pero para 1879 tuvo una mejor a causa de que la electricidad se iba convirtiendo en un elemento común. La novedad era que, a diferencia de las baterías anteriores, esta era recargable. Su invento consistía en electrodos de plomo sumergidos en ácido sulfúrico y gracias a esta nueva tecnología era capaz no solo de producir una corriente alta, sino también invertir dicha corriente para autocargarse, por lo que fue la ideal para ser usada en la industria automotriz.
Asimismo, durante la década del 1960 los ingenieros alemanes desarrollan un tipo de batería de plomo y ácido, la cual era a prueba de derrames. Consideradas como celdas de gel, el sistema evitaba escapes accidentales y ayudaba a contender el ácido y los demás químicos presentes en el acumulador. Dichas baterías contaban también con avanzados sistemas de ventilación.
Entre las décadas del 70´y 80´, las baterías de ácido se utilizaban en los autos y se van perfeccionando. Las mismas se conocen como baterías de malla de fibra de vidrio absorbentes (AGM). Internamente, tienen una estera de microfibras que mantienen el ácido interno, por lo que son a prueba de derrames. A su vez, es capaz de aportar más potencia y una mayor vida que una batería de gel clásica.
Los híbridos y eléctricos usan otro tipo de baterías de iones de litio para accionar el sistema de propulsión, los cuales requieren más energía que los de motor a combustión. Debido a esto, los vehículos eléctricos requieren de baterías aún mayores tanto en tamaño, como también en voltaje, y la carga presenta un problema para aquellos que poseen esta clase de autos. Sin embargo, las baterías de iones de litio pueden proporcionar más energía constante por largos períodos de tiempo, pero sus precios tan altos lo hacen inaccesible.
Hoy en día existe una batería de litio-azufre de alta densidad cuyo proyecto fue financiado por Europa a través de LISSEN y ofrece tres veces más densidad de energía que las convencionales junto con una amplia autonomía. Esto permitirá que el sector del transporte eléctrico se desarrolle aún más a medida que avanza el tiempo. A mayor infraestructura, mayores posibilidades de democratización en el uso de los modelos 100% eléctricos.
¿Te gustó?