¿Cómo surgió la dirección asistida?

Te traemos la octava edición de “¿Sabías que?”, nuestro especial dedicado a los inventos de la industria automotriz, esos que marcaron un antes y después en la evolución de los autos.

Con ustedes: la dirección asistida

Optimizar el control del auto y mejorar la comodidad al manejar fue una de las más demandadas y necesarias mejoras de la industria automotriz. La dirección asistida acumuló muchos bosquejos, varios indicios de patentamientos y otra buena cantidad de intentos fallidos, antes de que comenzara su comercialización.

Ya en 1876 hubo una primera patente de parte de G.W. Fitts, sobre un engranaje de dirección asistida. En 1900, Robert E. Twyford incluyó una dirección asistida mecánica en la patente 646.477 de USA. En 1902, Frederick W. Lanchester patentó un sistema hidráulico en el Reino Unido. Así fueron pasando los años, hasta que fue recién en 1926 cuando la maniobrabilidad comenzaría a cambiar, gracias al descubrimiento del ingeniero Francis W. Davis. En su esfuerzo por operar el volante de camiones y colectivos pesados, inventó un sistema que condujo la evolución del manejo. El proceso fue madurando de la mano de la necesidad de maniobrar con precisión y sin lastimarse la espalda o los brazos.

Técnicamente (en modo sencillo de explicación), la dirección asistida es un sistema por el cual se reduce la fuerza que debe ejercer el conductor sobre el volante, para accionar la columna que induce al cambio de ángulo de las ruedas.

Tras esto, Davis fue contratado por General Motors, y en 1952 un modelo de Cadillac recibió su invención. En el medio, habían pasado más de 20 años de patentes caducas, que sirvieron para que Chrysler comenzara a comercializar un año antes el primer auto con dirección asistida. Fue el Imperial de 1951 que incorporó un indicador del nivel líquido en el sistema hidráulico en el volante. Este sistema fue un éxito, y en USA se convirtió prácticamente en elemento estándar. En Europa, el primer auto en equiparse con este avance fue el Citroen DS/ID, presentado en el salón de París de 1955.

Hasta los años 90´, la dirección no era de serie sino que estaba en los modelos de alta gama.

El último modelo sin dirección asistida fue el Alfa Romeo 4C. Al ser un deportivo, se creía que era mejor renunciar a este equipamiento.

¿Cómo funciona?

Cuando se giran las ruedas para cambiar de dirección, aparece una fuerza sobre el neumático que tiende a alinear la dirección de la rueda con la del auto. Esta fuerza se debe a la resistencia del neumático y la posición del centro de presiones respecto al centro de la rueda. La función es ayudar al conductor a vencer esta resistencia. Así, la fuerza de auto alineamiento que haga la rueda dependerá del auto y la velocidad. A menor velocidad mayor resistencia. De esta manera, la conducción es más cómoda y, con tan solo un ligero movimiento de muñeca, se puede cambiar la dirección del vehículo.

Se puede clasificar a las direcciones asistidas en: hidráulica, electro-hidráulica o eléctrica.

Hidráulica: Fue la que reemplazó a la mecánica. Usa energía hidráulica gracias a una bomba de dirección que envía fluido necesario a la cremallera de dirección y logra que el conductor tenga que hacer un esfuerzo mucho menor. El líquido hidráulico llega a la caja de dirección por medio de mangueras y tubos y puede parecer que es solo una ayuda, pero se encarga de la mayoría del trabajo.

Electro-hidráulica: Es una evolución de la anterior. En vez de accionarse por una bomba, lo hace mediante un motor eléctrico. Solo se activa cuando es necesario y así ahorra combustible. Sucede cuando el conductor mueve el volante y de forma automática disminuye su asistencia con altas velocidades y la aumenta a bajas.

Eléctrica: el motor eléctrico se usa directamente para dar la asistencia a la dirección.

Tips:

¿Cómo mantener la dirección asistida?

Por lo general, en los manuales de los autos hay recomendaciones, pero básicamente estos son los aspectos a tener en cuenta:

  1. Estar pendiente del estado de la cremallera.
  2. Evitar fugas de líquido.
  3. Corroborar que el aceite está en buen estado.
  4. Evitar girar el volante hasta el tope.
  5. Comprobar la presión de la bomba.
  6. Revisar los amortiguadores.
  7. A veces, el problema no es la dirección asistida sino que son los neumáticos, ya sea por desgaste o mala presión.

¿Cuándo cambiar el líquido de la dirección asistida?

Se recomienda cada 2 años o 100.000 kilómetros. Se debe estar alerta al color -por si oscurece- al olor, a la dureza del volante, a cualquier sonido raro al girar el volante, y ante la presencia de alguna fuga.

Partes de la dirección asistida:

  • Columna: es la barra y los componentes que conectan el volante al resto del mecanismo.
  • Bomba: Le da funcionamiento a la dirección. Mueve el aceite por el circuito para que el conductor tenga ayuda al mover el volante.
  • Válvula de control: distribuye aceite como sea necesario. Lleva el aceite al lado indicado por el volante.
  • Depósito de aceite: almacena el aceite que no es necesario.
  • Unidad de control: gestiona la dirección en función de la fuerza que hace el conductor sobre el volante, la velocidad del auto y la posición de las ruedas.

Hoy en día es impensable un auto sin dirección asistida. Mover el volante con el motor apagado corrobora porqué nadie ya querría un auto así.

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