Toyota llevó una sexta pick up al Continente austral, equipada conla sensores para evaluar el comportamiento de diferentes autopartes y materiales en condición extremas. Se da en el marco de la relación de cooperación entre la automotriz y el Comando Conjunto Antártico.
La Base Antártica Petrel, donde se está construyendo una nueva estación científica, recibió una Hilux para el traslado de personal y equipamiento. Es la sexta en pisar el suelo antártico desde que en 2002 arribó la primera unidad.
El viaje comenzó desde la planta en Zárate, donde fue acondicionada por el equipo de ingenieros. Desde allí fue transportada en un camión hasta el puerto de la Ciudad de Buenos Aires. Casi un mes después, el domingo 3 de marzo a última hora del día, descendió del Irizar y completó el último trayecto hasta el muelle de la Base Petrel en un pontón de carga. La Base Petrel tiene una ubicación geográfica estratégica al norte de la península antártica, que permite el acceso tanto por vía aérea como marítima, para lo cual se está construyendo una nueva pista de aterrizaje y un muelle de 1.500 metros.
La nueva Hilux en la Base Petrel tendrá un rol fundamental en la construcción de su nueva infraestructura. La Hilux GR-Sport II enviada al sur está equipada con un motor naftero V6 4.0 de 24 válvulas. Es la primera Hilux antártica que cuenta con un motor naftero, lo cual también significa una oportunidad de prueba para desarrollos futuros. Además, se le incorporaron nuevas cubiertas especiales para enfrentar la hostilidad de las inmediaciones de la base, conc sus terrenos de nieve, barro y permafrost.