La automotriz japonesa apunta el enfoque a las personas que trabajan en el centro productivo, combinando las fuerzas y fortalezas de cada uno y la innovación tecnológica para el desarrollo de modelos.
La clave para entender esto se denomina monozukuri (“el arte de hacer las cosas”). Se trata de la evolución del espíritu de las personas, mediante la modificación de la forma en la que se trabaja. Este enfoque apunta a reducir en un 50% tanto la inversión en equipo, como el tiempo de preparación de la producción, y lleva a un incremento del 20% de la productividad.
De esta filosofía se aspira a reducir los plazos de entrega y mejorar la productividad de las personas en el centro. Durante el desarrollo del taller se revelaron algunas de las prácticas que se están llevando a cabo. Un ejemplo es el Start Up Studio de la planta de Teiho, en Japón, creado en 2001, donde los miembros del equipo intercambian abiertamente ideas y opiniones para crear nuevos productos, soluciones o formas de producción.
Además, las herramientas digitales como modelos 3D digitales, el sistema de fundación Gigacast y la cadena de montaje autopropulsada, son algunos de las tecnologías que permiten agilizar y mejorar el trabajo en Toyota.