Viajamos a Brasil junto a Pirelli para conocer el complejo multipistas más grande de Latinoamérica. Tiene 22 kilómetros en siete trazados, incluido uno de off-road. Allí no solo se pone a prueba las nuevas tecnologías para neumáticos, sino que es usado por automotrices para sus desarrollos y diferentes eventos. Demandó una inversión de 90 millones de reales.
Está ubicado en Elías Fausto, un municipio del estado de San Pablo (hay 120 kms a esa ciudad capital), cerca de Indaiatuba. Su desarrollo comenzó en 2012 y se puso en actividad en 2018. En la superficie que ocupa pueden caber hasta 230 canchas de fútbol, es decir, un verdadero monstruo de las pistas que se construyó en un terreno de 1.650.000 m2, para reemplazar al veterano complejo de Sumaré, donde antes se hacían todas las pruebas y al que supera en ocho veces en tamaño y estructura. Son unos 205.000 m2 de áreas pavimentadas y cada trazado presenta diferentes tipos de superficie debido a los compuestos utilizados para simular todo tipo de agresión cotidiana a las cuales están expuestos los cauchos. Se pueden hacer hasta 15 pruebas de manera simultánea, ya que cada sector puede independizarse debido a que se puede adecuar con áreas y estaciones necesarias para cada ocasión. Así, en un circuito se puede estar probando un nuevo neumático de moto sobre piso mojado, en otro el frenado de 100 km/h a 0, sumando kilómetros a un vehículo “mula” (prototipos en fase de desarrollo) lejos de los ojos indiscretos, o bien contar con un sector destinado a ser el escenario de un lanzamiento determinado. De hecho, hasta camiones se pueden probar y presentar allí, debido a que las pistas son aptas para soportar alto tonelaje. También se usa para generar contenidos periodísticos, publicitarios y hasta cinematográficos.
El tema riego artificial para recrear un escenario de lluvia y piso mojado merece un párrafo aparte. Y es que dentro del predio hay lagos que pueden almacenar unos 32 millones de litros de agua de lluvia que se recoge y aprovecha a lo largo de todos los trazados, a través de un sistema de rejillas y canaletas que confluyen en estos depósitos. El sistema de aspersión es 100% eléctrico y el agua circula todo el tiempo, del lago al riego de pista y de ahí a las tuberías que la llevan al lugar de origen. El tema ambiental es muy tenido en cuenta por la compañía y de ahí que un 20% del terreno es reservado a Zona de Protección Permanente.
Las diferencias en comparación con el discontinuado Sumaré son más que considerables: son 22 kilómetros de pistas contra 6 km del antiguo; ahora son 22 trazados contra 2 del anterior, se pueden realizar hasta 15 pruebas simultáneas frente a 4 del veterano circuito.
Las siete pistas
1. Pista de manejo en seco, de 3.400 m de extensión.
2. Pista de manejo en mojado de 2000 metros.
3. Pista de la plataforma de dirección, de cuatro radios diferentes: 40, 43,7, 47, y 50,5 metros.
4. Comfort Tracks, de 715 m de extensión, para ruido, vibración y dureza.
5. Huellas de pruebas especiales de 2.500 m de extensión. Para aquaplaning en curvas y rectas, frenado en pistas secas y mojadas, impacto contra guía, medición del área de contacto del neumático con el suelo, detalle, ruido interno (en 6 tipos diferentes de superficies), entre otras posibilidades.
6. Pistas de Ruido Externo de 1000m de longitud: ahí se realizan pruebas en las que se captan los ruidos externos del vehículo, junto con equipos como el ruido de costa y el ruido de paso.
7. Circuito todoterreno de 1900 m de extensión, para medir capacidad de conducción, control y tracción en diversas condiciones todoterreno.
Así, Pirelli hace alarde de un impresionante complejo listo para albergar una multiplicidad de pruebas y experiencias de las más variadas. Es un centro clave para el departamento de investigación y desarrollo de esta compañía con más de 110 años de historia y desde 2011 proveedora exclusiva de la Fórmula 1. Así las cosas, este punto clave para la firma colabora en sus diferentes proyectos a escala mundial.