RAM Rampage: contacto inicial

La marca de Stellantis develó su primer modelo diseñado y desarrollado fuera de EE.UU. Vendrá desde Brasil, hacia donde viajamos para conocerlo y tener un primer contacto. La gama tiene tres versiones de equipamiento y dos motores. Llegaría entre fines de este año y comienzos del 2024 para pelear de lleno con Maverick.

Es un nuevo paso dentro del plan de transformación iniciado por la marca especialista en pick ups del Grupo Stellantis. La Rampage comenzó a producirse hace unos días en la fábrica que la marca posee en Goiana, estado de Pernambuco. Y para la pionera de las chatas full size es todo un hito, ya que se trata del primer modelo que diseña y desarrolla fuera de Norteamérica, y porque reduce el tamaño para pasar del “L” a un escalón por debajo del “M”. Lo cierto es que, si bien la marca anuncia que fue desarrollada pensando en el cliente de la región que busca una pick up entre el escalón de entrada a las medianas y el tope de gama de las compactas, por ahora muestra credenciales para apuntarle directo a la Maverick de Ford. Está por encima de Fiat Toro, Chevrolet Montana y Renault Oroch, y por debajo de Toyota Hilux, Volkswagen Amarok, Ford Ranger, Nissan Frontier, Renault Alaskan y Chevrolet S10, de las cuales también se aparta por contar con estructura monocasco y no el clásico chasis de largueros. Su debut ante la prensa se realizó en San Pablo, hacia donde fuimos para conocerla y tener un primer contacto, nada más ni nada menos que en el mítico trazado de Interlagos. Fueron dos vueltas en circuito on road y otro rato en terreno off road.

Estructura compacta “plus”

Esta nueva pick up utiliza la plataforma Small Wide que es global y la usan Renegade, Compass, Commander y, por supuesto, Toro. Mide 5,03 metros de largo, 1,89 de ancho, 1,78 de alto y tiene una distancia entre ejes de 2,99 m. Así las cosas, objetivamente se ubica por encima de su prima de Fiat (porque es más larga, ancha, alta y con más distancia entre ejes, aunque no por mucho) y la camioneta del óvalo, que le saca algo de ventaja en todas esas medidas. Su figura tiene trazos en sintonía con RAM y es perfectamente reconocible como una hermana menor de la 1500 y la 2500, aunque también guarda cierto aire al exponente de Fiat. Rebel, Laramie y R/T son las versiones que componen la gama que se presenta en el vecino país. Arranca con una variante más emparentada con el off road por el tono negro de varias de sus partes exteriores, como por ejemplo las protecciones plásticas de los bajos y pasarruedas, y su parrilla en tono negro mate. Le sigue una versión más elegante y refinada, que reemplaza lo oscuro por el cromado en parrilla, manijas de puertas, carcasas, llantas y ambos paragolpes. Y completa con la más relacionada con el mundo sport, si de estética hablamos, decorada con negro brillante. De su figura se destaca la trompa alta, con un frontal de caída recta y dominado por una generosa parrilla de formato trapezoidal, que cambia de trama según versión. En todos los casos, los grupos ópticos son íntegramente de LED’s. Detrás, las luces tienen gráficos que reproducen la bandera de los Estados Unidos, con franjas rojas y la luz de retroceso formando un rectángulo de estrellas. La línea de caja va ascendiendo a medida que avanza hacia la parte trasera, hasta culminar en un portón con el nombre RAM en destacado. Las llantas van desde las 17 hasta las 19” de la variante de estilo deportivo. La capacidad de carga es de 1.015 kg en las opciones diésel (Rebel y Laramie) y de 750 kg con la configuración naftera.

Dos bloques disponibles

Para el público brasileño la pick up ofrecerá dos motores: el conocido 2.0 Multijet de 170 CV y 380 Nm, asociado a una transmisión automática de 9 marchas, y el turbonaftero 2.0 Hurricane de 272 CV y 400 Nm de par, combinado con la misma caja. La tracción para el trío es integral permanente con reparto automático por demanda, con la opción de “baja” que no es reductora, sino que modifica la relación de la primera marcha y no supera la segunda para tener un alegre empuje en ese rango. Las versiones Rebel y Laramie pueden combinarse con ambos bloques, mientras que la R/T (Road and Track, Ruta y Pista) se combina únicamente con el naftero, que le permite llegar de 0 a 100 km/h en 6,9 segundos y alcanzar una máxima de 220 km/h.

Primera experiencia a bordo

Una vez las puertas abiertas, queda a disposición un ambiente bien aprovechado en lo que hace a espacio, y con una apreciable calidad tanto de materiales como de terminaciones. Es agradable y sofisticado. Las dos pantallas le dan el toque tecnológico/digital justo: la de 10,3” para el instrumental y la de 12,3” para el sistema multimedia, que incluye cámara de retroceso, diversos ajustes, conexión inalámbrica para Android Auto y Apple CarPlay, y equipo de audio Harman Kardon, un ítem de serie en la variante R/T. El aire acondicionado bizona, el cargador inalámbrico, los 6 puertos USB y las salidas de aire para plazas traseras, completan lo más destacado del listado de confort. En las plazas traseras el espacio es correcto, de hecho, hasta más amplio de lo que se podría esperar al ver el vehículo desde el exterior.

El rubro seguridad contempla 7 airbags, controles de estabilidad y tracción, mitigación del balanceo de la carrocería, luces altas automáticas, monitoreo de presión de neumáticos y ganchos Isofix. Además, son varias las asistencias al manejo, entre las que se destacan: control crucero adaptativo con Stop & Go, alerta de colisión frontal con frenado de emergencia autónomo y detección de peatones y ciclistas, alerta de punto ciego, de tráfico cruzado trasero y de cambio de carril con corrección.

Impresiones iniciales

En la pista nos esperaba un ejemplar R/T en vistoso color negro, ya listo para salir en compañía de un instructor. Lo primero a destacar es la posición de manejo, fácil de conseguir gracias al doble ajuste del volante multifunción y la cómoda butaca de reglaje eléctrico. En velocidad -llegamos a merodear los 180 km/h en la recta más larga- ya sale a relucir la precisión de la dirección, rápida y de buen tacto. La suspensión trasera independiente (completamente nueva en comparación con la Toro) le otorga aplomo en su dinámica a alta velocidad y una buena tenida en curvas, reduciendo la inclinación considerablemente. En el off road también demuestra sus credenciales, con sólidos argumentos por su buen despeje (26,4 cm) y los ciertamente generosos ángulos de ataque y salida.

Cuenta regresiva

Desde la filial argentina de la marca estadounidense confirmaron estar haciendo todos los trámites para empezar a importarla desde finales de 2023 o comienzos del año que viene. Si logran asegurarse una buena disposición de unidades y ubicarla en un precio competitivo, esta nueva pick up empezará a sonar fuerte dentro de un mercado que se pone cada vez más picante. Acá estaremos aguardando por su llegada.

Para conocer más de la nueva RAM, les dejamos unos videos: 

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