Un mes después de su presentación, la marca de las 7 barras puso a la venta la gama completa del SUV, con 4 versiones. Cambia su diseño exterior e interior, agrega equipamiento y adopta mecánica turbo 1.3. Llegaría a nuestro país a mitad de este año.
Se trata de un restyling del SUV que se produce en el país vecino. Si bien mantiene sus dimensiones, el cambio más importante radica en el motor. Deja el 1.8 de 130 CV y adopta, para todas sus versiones, el nuevo 1.3 turbonaftero de 175 CV y 270 Nm de torque. Se puede asociar a una caja automática de seis marchas con tracción delantera (para las versiones 4X2), o automática de nueve, para las variantes 4X4.
Además, las versiones tendrán de serie un sistema llamado “Jeep Traction Control+” que trabaja junto al control de tracción para mejorar la tracción en superficies complicadas.
Otra de sus modificaciones se encuentra en el diseño. Estéticamente luce una parrilla distinta, tiene una nueva iluminación y faros LED, un renovado paragolpes y dos tomas de aire rectangulares, más llantas de aleación que van desde 17” a 19”. Puertas adentro, cuenta con una pantalla táctil de 8.4” con conectividad Android Auto y Apple CarPlay, un instrumental 100% digital y un volante con el centro rectangular.
En materia de seguridad, se equipa con 6 airbags, frenado autónomo de emergencia, asistente de mantenimiento de carril y detector de fatiga. Las versiones más caras suman estacionamiento asistido y aviso de punto ciego.
La gama se compone de 4 versiones: Sport 4X2, Longitude 4X2, Serie S 4X4 y Trailhawk 4X4.
Para su arribo a nuestro mercado, habrá que esperar a mitad del 2022.