La automotriz alemana festeja siete décadas de presencia en nuestro país y anuncia inversiones en su red comercial, y en el desarrollo de un nuevo motor para la Sprinter.
Un 6 de septiembre de 1951, Mercedes-Benz llegaba para inaugurar su primera fábrica fuera de Alemania y así comenzar el montaje del 170 S, un turismo (4 puertas) que marcó toda una época. A lo largo de los años se han producido en esa planta distintos modelos de autos, buses, camiones y utilitarios. Del Centro Industrial Juan Manuel Fangio salen para el mercado interno los camiones Accelo y Atego, los chasis de buses y la Sprinter (la tercera generación fue lanzada en 2019), destinada en un 70% a la exportación. Hoy se produce en versiones Furgón, Furgón Mixto, Combi, Chasis y Minibús.
En el marco de estos festejos, se informó el arribo de inversiones para continuar mejorando las operaciones en Argentina. Serán 19 millones de dólares para el desarrollo y fabricación de un nuevo motor para equipar a la Sprinter. Aún no se detalló más información, pero sí que se suman a los 150 millones iníciales que hubo para el lanzamiento de la tercera generación del utilitario. A este monto se suman, 25 millones de dólares para la apertura de nuevos concesionarios y remodelación de locales ya existentes, y 10 millones de dólares para la apertura de un Centro de Capacitación Regional, ubicado en Malvinas Argentinas.
Hoy, siete décadas después de su fundación, han salido del Centro Industrial Juan Manuel Fangio más de 700.000 unidades entre Sprinter, camiones, chasis de buses, ejes y componentes REMAN, que es el área de remanufactura de motores y cajas de velocidades para camiones y buses. Mercedes-Benz es la única terminal en Argentina en producir y exportar utilitarios pesados a Brasil y diversos países de América Latina. La compañía emplea en el país a 2500 personas de forma directa, mientras que de manera indirecta incorpora en sus operaciones a una extensa red de proveedores y concesionarios que tiene distribuidos por todo el país.