Al cumplirse tres años de su llegada a la Argentina, el muscle car de Ford se presenta con un restyling que tiene al motor más potente entre uno de sus destacados, además de mayor tecnología y algunos retoques estéticos. Es un V8 5.0 que pasó de 421 a 466 caballos (569 Nm de torque) y que se asocia a una nueva caja automática de 10 marchas. Estos 45 CV extra se acompañan de diferentes ajustes en suspensión a la que se puede regular la dureza de acuerdo al gusto o el trazado a recorrer. Cuenta con cinco modos de conducción: Normal, Sport, Circuito, Nieve/Mojado, My mode o manual. La dirección es eléctrica y se puede seleccionar tres modos de ajuste: Sport, Comfort y Normal.
Por fuera los retoques son sutiles, aunque el ojo entrenado de inmediato encontrará las diferencias. Se mantienen las clásicas ópticas traseras de tres barras –ahora con tecnología LED-, y luce un difusor de aire, cuatro salidas de escape cromadas y nuevas llantas de 19 pulgadas.
Por dentro la novedad destacada es el flamante tablero de instrumentos 100% digital con información más que abundante. Incluye un sistema de sonido de escape que se puede configurar en cuatro modos: Silencio, Normal, Sport y Pista. En el rubro confort ofrece sistema multimedia SYNC3 con pantalla táctil de 8 pulgadas; sistema de audio Bang & Olufsen con 12 parlantes; y cámara de visión trasera, entre otros. Entre el listado tecnológico incluye control de velocidad crucero adaptativo, sistema de mantenimiento de carril, asistente de pre colisión, de arranque en pendientes, siete airbags, faros adaptativos full LED y controles de estabilidad y tracción, entre otros.
A 55 años de su lanzamiento, el ícono se mantiene más activo que nunca. Ya son más de 300 unidades las vendidas en la Argentina durante estos tres años y hora viene por más. Comenzó la preventa a un precio de 80.000 dólares.
