Desde principios de este año, la automotriz pasó a operar con cero emisiones netas, en el marco de su objetivo por lograr la neutralidad de carbono en todos sus polos industriales para 2025.
Después de Bruselas, Bélgica, en 2018 y Győr, Hungría, en 2020, esta se convierte en la tercera planta de Audi que opera de dicha manera. Esta iniciativa forma parte del programa medioambiental Mission: Zero de la empresa.
Para lograr su ambicioso objetivo, la marca de los anillos está implementando un concepto de cuatro pilares: aumento de la eficiencia energética con el fin de ahorrar energía y evitar emisiones de carbono; producción de energía renovable in situ a partir de fuentes renovables internas que generen electricidad; compra de energía renovable; y compensación de las emisiones de carbono que actualmente son inevitables para cubrir casi todas las necesidades energéticas a partir de fuentes renovables.
Desde principios de 2012, Audi fabrica automóviles en Ingolstadt exclusivamente con electricidad verde. Esta transición temprana convirtió a la marca en pionera de la sostenibilidad en la industria en ese momento. Además, el Audi R8 y el e-tron GT quattro se han producido en Böllinger Höfe con cero emisiones netas desde 2020.
